sábado, 31 de octubre de 2015

DISTOPIA SIGLO XXI


Cuando se habla de sistema distopicos, viene a nuestra mente el inquietante libro 1984 de George Orwell.  Por supuesto no hay que olvidar a Jonathan Swift y su libro para adultos, Los viajes de Gulliver.  Pero hay un libro bastante desconocido sobre este tema, titulado Nosotros de un escritor ruso llamado Yevgueni Zamiatian.  Este libro para mi opinión, es el más tenebroso y aterrador de cuanto se ha escrito sobre la Distopia.  En realidad en pleno siglo XXI, estamos asistiendo sin darle mucha importancia a una nueva clase de Distopia.  Un ejemplo seria Facebook, que representaría al gran hermano, que vigila y supervisa nuestra forma de vivir, divertirnos, o comunicarnos.  Otra manera en que la Distopia está presente es en el dinero de plástico, vulgarmente llamado tarjeta Visa; el crédito como una forma de tenernos atrapados, con hipotecas a 30 años; la promiscuidad sexual cómo una única salida a nuestras infelicidad; la nefasta globalización; y el multiculturalismo impuestos por todos los gobiernos del planeta.


La Democracia actual es un ejemplo de cómo el nihilismo distopico es la panacea de la vida.  Las tendencias de la moda o como debemos vestir y hasta tatuarnos los cuerpos, la música que debemos escuchar y la mediocridad musical que tenemos que seguir, hasta se nos dice qué debemos comer o no comer.  Pues bien, toda esta tenebrosa Distopia la abrazamos sin percibir el verdadero peligro que ella supone para la libertad individual de las personas.  Lo más insólito es que esta Distopia es tan subyugante qué deseamos que nunca tenga fin.  Luego tal vez tendríamos que está hablando de algo parecido a un esquema Ponzi Universal, o sea la Distopia al servicio de las masas iletradas.  Eso sí, conmigo que no cuenten, yo seguiré con mi feroz individualismo y criterio propio, faltaría más. 

miércoles, 21 de octubre de 2015

ENTRE LA SOLEDAD Y LA INDIFERENCIA


A veces cuando observo a algunas personas, que deambula por las calles de cualquier ciudad acarreando sus exiguas pertenencias dentro de un carrito, puedo sinceramente sentir sus angustias y soledad en sus tristes y perdidas miradas. Son miradas que nos dicen que un día también ellos fueron amados por sus hijos y demás familiares, que tuvieron un trabajo digno.  Pero hoy son desechos humanos destruidos por el alcohol, las drogas, o sencillamente son viejos para seguir el ritmo inhumano de nuestra forma de vivir.  Para el Sistema actual de la sociedad, que divide a las personas entre ganadores y perdedores ellos son los que llevan la peor suerte.  Yo cada día puedo contemplar esa silenciosa tragedia, en el rostro de una mujer que, debido a su actual situación de miseria mental y física, la autodestrucción pareciera que es su única salida.  Lo que más congoja me da es ver sus piernas, en un estado de alarmante insalubridad.  Es por esa insufrible visión que me hago esta pregunta, “¿Es la vida la que se aferra a nosotros, o nosotros los que nos aferramos a la vida de manera compulsiva?” 


En el caso de esta desdichada mujer y miles como ella, que malviven sin un techo o una caricia por parte de nadie.  Es por lo que me pregunto a mí mismo, cuál es el secreto que rodea a un ser humano, para continuar sobreviviendo en tan lamentables condiciones.  A lo mejor es la vida que no les deja marcharse de este mundo, y les engaña con la esperanza que todo puede cambiar para mejor.  Yo, aunque suene cruel, me sumergiría en el mar antes que ser destruido física y mentalmente.  Es razonable pues pensar, que en algunos casos el suicidio es la mejor liberación, ¿o no?

jueves, 15 de octubre de 2015

700 MUERTOS - HISTERIA Y CAOS EN LA MECA


A veces un suceso como el acaecido en La Meca, en donde en una enloquecida estampida en la que se vieron envuelto miles de peregrinos musulmanes, con un pavoroso balance de más de 700 muertos. Me hace preguntarme dónde está el sentido común de los peregrinos, que con su imprudencia provocaron esta mortífera avalancha. También es digno de sancionar a las autoridades sauditas por sus nulas medidas de seguridad. Es tan increíble en las mentes de cualquier ciudadano occidental, que un suceso de estas características pudiera ocurrir, en la Semana Santa de Andalucia, en la Romería del Rocio, o en cualquiera de las concentraciones de fervor religioso, que cada año ocurre en Lourdes o Fátima. Un ejemplo, el Papa estuvo en Filipina, y celebró una misa ante dos millones de fieles, allí no hubo ni un solo herido. Luego es lógico hablar de fanatismo religioso en el caso del terrible suceso de la Meca.


Siempre me ha causado pavor, el contemplar a centenares de miles de personas dando vueltas alrededor de cualquier símbolo religioso. En este caso de La Meca es la piedra sagrada, o La Kaaba. Éste suceso no ha sido algo especial, ya en el 1990, 1400 peregrinos murieron en otra estampida. Cada año millones de peregrinos musulmanes visitan La Meca, llamado también El Hajj. El evento es un gran negocio para el gobierno de Arabia Saudí. Un ejemplo, un modesto peregrino llamado Mohamed Zayan de Túnez, ha esperado toda su vida para realizar este sagrado viaje. Sus gastos fueron de 6,000 dólares. Como él, millones de musulmanes ahorran para este evento, sólo que este año cientos de ellos han pagado con sus vidas. Una vez más la moderación es la mejor forma de vivir en este mundo, digo yo, 

lunes, 5 de octubre de 2015

STALIN Y EL TERROR COMO DOGMA


Pocos son los dictadores en el siglo pasado, que han podido superar la infinita crueldad de Stalin.  Siempre tenemos en nuestro subconsciente la figura del villano por excelencia personificado en la vil figura de Hitler.  Es el hombrecillo del ridículo bigotillo, al que mencionamos siempre cuando se habla de los totalitarismos del siglo pasado.  Mientras tanto del georgiano empapado en la sangre de millones de sus víctimas, sólo hablamos de sus crimenes  de una manera algo tímida.  Es como si molestara definir a esta hiena y sus terribles matanzas como algo intrascendente en comparación con el maligno de Hitler.  Al monstruo alemán ya desde la infancia nos educan para odiarle.  Sin embargo para Stalin todo eran alabanzas.  Un significativo ejemplo fue la Oda a Stalin, obra del poeta chileno Neruda.  Hoy en día los libros dedicados a denigrar a Hitler son más numerosos, que los que tratan de la personalidad sicópata que padecía Stalin.  Hasta en el mundo del cine, siempre se opto por ridiculizar a Hitler antes que Stalin.  Un caso clásico fue la película de Charle Chaplin, Él Gran Dictador.  Algunos historiadores han podido describir la figura de Stalin, como alguien desproporcionado, casi diríase grotesco.  El tronco era demasiado corto, y sus brazos demasiado largo, algo digno de un orangután, diría yo.  Su semblante era pálido y brutal, dientes negros como consecuencia de su adición de fumar en pipa.



Stalin como es sabido, destruyó el legado de la Revolución Rusa, y en el año 1937 descabezó al Ejército con su sangrienta purga, en la que fueron ejecutados miles de valiosos cuadros militares.  Entre sus víctimas se encontraba el general con más talento de la Unión Soviética, Mijaíl Tujachevsky.  Su paranoia criminal fue mucho peor que la de Hitler.  Por lo menos Hitler tuvo la valentía de pegarse un tiro y morir entre los escombros de Berlín.  Sin embargo este asesino de campesinos rusos, murió ocho años después del fin de la segunda guerra mundial.  Su muerte fue larga y agónica, tardó tres días en dejar este mundo al que tanto daño infligió, lógico en un sátrapa de su calaña.