martes, 20 de diciembre de 2016

DESPIERTE CANCILLER MERKEL


Repitiendo el guion del atentado ocurrido en Niza, con un camión que ocasionó 90 muertos entre peatones inocentes, la macabra historia se repite de nuevo en Berlin, con un balance provisional de 12 muertos y decenas de heridos.  Como siempre, el causante de esta matanza es un refugiado de Pakistán o Afganistán, ¿qué casualidad no?  Una vez más los pobrecitos refugiados agradecen la caritativa mano que se le tiende con estos actos merecedores de una condena total.  Qué gran error político cometió la canciller Ángela Merkel, abriendo las puertas a millares de personas que estarían mejor, en sus pueblos y rezando en sus mezquitas, digo yo.


Para que el día tuviera un final apoteósico, un policía de Turquía, mató de varios disparos al embajador de Rusia en Ankara, ¿otra casualidad no?  Por supuesto estos sucesos dejaran de ser noticias  en unos días. Lo importante es pasar las Navidades, y esperar que nos toque la Lotería de Navidad.  Lo dicho, un sueño prolongado el de Europa, que cada día se está convirtiendo en una pesadilla.

lunes, 12 de diciembre de 2016

UN HOLOCAUSTO IGNORADO: EL CONGO 1885-1908


Desde que tiene uno uso de razón, la palabra Holocausto está siempre unida a la desdicha y masacre que sufrió el pueblo judío durante la época de Hitler.  Aquellos infaustos años hasta día de hoy, son recordados por los medios de comunicación, tanto radio, televisión y cine, de una manera machacona y cansina.  Hay que recordar que aquellas matanzas  cometida por los nazis, costó la vida de 6 millones de judíos, según los testimonios más fiables.

Da la impresión que ningún otro pueblo o raza humana hubiera sufrido tal clase de devastación y calamidad antes.Sin embargo, durante el reinado de Leopoldo II de Bélgica, el sistema colonialista y salvaje de aquel país, logro masacrar hasta la muerte en el periodo de 1885-1908, a más de 10 millones de africanos que vivian en el Congo. Fue la demanda global de caucho la que hizo que el colonialismo de Bélgica impusiera un sistema lo más parecido a la esclavitud en el Congo.  El Congo era una rica zona de África que tenia minerales, oro y caucho.  Este inmenso territorio se podía decir que era la finca particular de este personaje llamado Leopoldo II, un criminal que al día de hoy tiene una estatua en el centro de Bruselas.  Por su puesto, nadie quería airear  aquellos abominables sucesos, y una cortina de sepulcral silencio siempre se ha mantenido sobre aquellos sucesos horripilantes. 


Esto nos enseña que no todos los Holocaustos son iguales, uno tiene la patente de victimismo superior, y otros son ignorados por el silencio innoble de la historia.  Eso sí, el dolor se supone que es universal, digo yo.